El FIB responde a críticas y lanza mensaje a ‘fiberos’ de hace 25 años: «No es lo que era, pero tu tampoco».
La celebración de la 28ª edición del Festival Internacional de Benicàssim concluyó con críticas y decepciones por parte de los asistentes y seguidores del evento. A lo largo de los tres días que duró el festival, del 18 al 20 de julio, la mala organización y los continuos fallos técnicos ensombrecieron lo que debería haber sido un fin de semana de música y diversión.
El auge de la cultura festivalera
La cultura de los festivales de música ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, siendo el FIB uno de los eventos pioneros en este fenómeno desde su inicio en 1995. Con una propuesta que abarca géneros que van desde el indie y el rock hasta la electrónica y la música pop, el FIB siempre se ha destacado por su variedad y calidad musical. Sin embargo, en esta edición la gestión y el cartel de artistas han dejado mucho que desear, generando una montaña de críticas por parte de los seguidores.
Desafíos y críticas de la edición actual
A pesar de los problemas mencionados, el Festival Internacional de Benicàssim logró congregar a más de 135.000 personas durante los tres días de duración, una cifra que, si bien es alta, se encuentra por debajo de los 180.000 asistentes del año anterior. Estos números demuestran una ligera disminución en la asistencia al festival, posiblemente afectada por las críticas y la insatisfacción generalizada.
La voz de los asistentes en las redes sociales
Las quejas contra la organización se multiplicaron en las redes sociales, donde los asistentes expresaron su malestar por la falta de artistas internacionales en el cartel y por la deficiente gestión de los horarios de las actuaciones. Un ejemplo de estos problemas se vivió durante la presentación de los Black Eyed Peas, uno de los reclamos principales de esta edición, cuya actuación se vio empañada por retrasos en el inicio y fallos técnicos constantes.
Retos logísticos y económicos
Además de los inconvenientes técnicos, los asistentes también criticaron los elevados precios en las barras y puestos de comida dentro del recinto. La recarga mínima de las pulseras de acceso era de 40 euros, y cualquier dinero restante no era devuelto a los usuarios. Por otro lado, los problemas de acceso por carretera al festival generaron grandes retenciones en la N-340 durante los tres días de celebración.
Un futuro prometedor para el FIB
En un intento por recuperar la confianza de los seguidores y regresar al estatus de gran evento musical, la organización del FIB ya ha confirmado las fechas para la edición del 2025, que se llevará a cabo del 17 al 19 de julio. La preventa de entradas ofrecerá abonos generales a un precio fijo de 39,99 euros más gastos de gestión, así como abonos VIP desde 79,99 euros más gastos adicionales.
El eslogan escogido para anunciar la edición de 2025, «FIB no es lo que era, pero tú tampoco«, refleja la intención de la organización de reinventarse y superar las críticas recibidas en la última edición. A pesar de los desafíos que se presentan, la promesa de un cartel musical diverso y emocionante para el próximo año sugiere un nuevo comienzo para el Festival Internacional de Benicàssim.