La Fiscalía impulsa investigación por ruidos en el festival Mad Cool 2023
- El festival Mad Cool enfrenta investigaciones por posible contaminación acústica en su edición 2023, impulsadas por la Fiscalía Provincial de Madrid y vecinos de Villaverde y Getafe afectados.
- Las denuncias destacan excesos de ruido y condiciones de seguridad cuestionables, en un evento financiado con apoyo público que recibió sanciones del Ayuntamiento de Madrid.
Fiscalización del ruido en festivales: Mad Cool en el punto de mira
La edición del festival Mad Cool 2023, celebrada del 6 al 8 de julio en el recinto Iberdrola Music en Madrid, se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía Provincial de Madrid. La denuncia inicial, aceptada en enero por el Juzgado de Instrucción número 34 de Madrid, apunta a un posible delito ambiental debido a la contaminación acústica generada durante el evento. Según la Plataforma Stop Mad Cool, entidad promotora de la denuncia, la Fiscalía ha solicitado nuevas diligencias para avanzar en la investigación sobre los niveles de ruido registrados, que habrían excedido los límites legales establecidos para eventos masivos en áreas residenciales.
El impacto de los altos niveles de ruido en Villaverde y Getafe
El recinto Iberdrola Music, anteriormente conocido como Espacio Mad Cool, alberga conciertos de gran envergadura a escasos metros de zonas residenciales en los distritos madrileños de Villaverde y Getafe. Esta proximidad ha generado una notable disconformidad entre los residentes, representados por las asociaciones de vecinos Getafe Norte y Colonia Marconi. Ambas entidades forman la Plataforma Stop Mad Cool, que busca visibilizar las consecuencias de los eventos musicales masivos en términos de ruido, tráfico, seguridad y limpieza en la zona.
Las mediciones de ruido realizadas por la Policía de Madrid y peritos independientes colaboradores con la Plataforma revelaron que, durante los días del festival, se registraron niveles de sonido superiores a los permitidos, afectando el descanso y la calidad de vida de los habitantes locales. A pesar de la repercusión vecinal, el festival continuó recibiendo apoyo económico por parte de las administraciones, lo que ha avivado la polémica en torno a su celebración y la gestión de sus posibles irregularidades.
Sanciones e incentivos económicos para Mad Cool
La edición de 2023 se saldó con una sanción del Ayuntamiento de Madrid que ascendió a 20.001 euros, catalogada como una infracción “muy grave” de acuerdo con la Ordenanza de Protección Contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT). Aunque la multa podría haber alcanzado los 300.000 euros según los límites establecidos en la normativa, la cifra final fue sustancialmente menor. Este contraste ha generado críticas por parte de la Plataforma Stop Mad Cool, especialmente considerando que el festival recibió 2,3 millones de euros en ayudas gubernamentales ese año, impulsadas por los ejecutivos de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.
Tras la polémica en torno a los excesos de ruido y otros problemas en 2023, el alcalde Almeida optó por recortar un 80% el apoyo municipal al evento. No obstante, Díaz Ayuso mantuvo una subvención significativa para la edición de 2024, lo que ha sido percibido como una falta de coherencia en las políticas de control medioambiental y de apoyo financiero a festivales en áreas urbanas densamente pobladas.
Otros eventos en Iberdrola Music bajo sospecha
La Plataforma Stop Mad Cool señala también que otros eventos celebrados en el mismo recinto antes y después de Mad Cool 2023, como el concierto de Harry Styles y la reciente edición del festival en 2024, podrían haber incurrido en los mismos incumplimientos en materia de ruido. Sin embargo, hasta el momento, solo la edición de Mad Cool de 2023 está siendo investigada. La insistencia de los vecinos en la problemática del ruido ha llevado a una supervisión más estrecha por parte del Ayuntamiento de Getafe y las autoridades competentes, que buscan ahora establecer un balance entre el desarrollo de eventos culturales y la protección de la tranquilidad en las áreas residenciales.
La investigación sigue en curso, y el impacto de sus resultados podría sentar un precedente en la regulación de futuros festivales en Madrid y otras ciudades de España que reciben eventos musicales de gran escala.